Mosaico Nº 1 con ruedas de peltas (Almedinilla)

Lugar/Procedencia: Villa de Almedinilla (El Ruedo) 
Contexto Cultural: Cultura Romana
Conservado: Si 
Decoración: Geométrica
Posición: Pavimento 
Colores: Indeterminado.
Dimensión mosaico: 4,50 m. x 3,50 m. ocupando las escaleras una superficie de 1,50 m. x 1,30 m.
Descripción: Se encuentra en la estancia LXI y es uno de los mejor conservados de El Ruedo. 
Cubre un espacio rectangular y presenta un retranqueo en el ángulo noroeste con el fin de adaptarse a las escaleras de acceso a la sala inmediata. Esta  estancia se concibe como lugar de distribución que da paso a los espacios LIX, LX y LXII. De ellos, el primero también presenta un pavimento musivo, cuyas teselas conectan perfectamente con las del que ahora nos ocupa.
Materia/Soporte: Teselas.
Iconografía: En cuanto a la decoración representada, en este caso es totalmente geométrica, no apareciendo ningún motivo vegetal. El campo está cubierto por una composición de ruedas de peltas alrededor de un nudo de Salomón. 
Los extremos de las peltas contiguas se conectan mediante una voluta y los espacios intermedios entre las ruedas se completan con pequeñas flores cuatripétalas bícromas en aspa. El campo está delimitado por una triple franja: la primera constituida por un filete triple, la segunda formada por un filete denticulado (dentículos de 3x3 teselas) y, finalmente, un último filete, en este caso doble. La composición queda algo desplazada ya que deja una franja libre junto al muro norte. Este espacio se completa con un nuevo elemento decorativo: una galería de arcadas compuestas por peltas continuas de cuyos extremos arrancan columnas, en las que esquemáticamente se ha representado el capitel y la basa. En el apéndice se adosa un triángulo igual al utilizado para la representación de los capiteles. En total se han diseñado siete arcos. De ellos, el último sólo se ha realizado parcialmente debido a la falta de espacio. El repertorio decorativo de esta estancia se completa con un último elemento, situado en la entrada principal, totalmente ajeno al resto de la composición. Se trata de un cuadrado formado por un filete triple en cuyo interior se inscribe, tangente, un cuadrado bícromo de lados curvos. 
La totalidad de los mosaicos de El Ruedo son polícromos, utilizándose para ello, como es habitual, materias naturales que proporcionan una cromía no muy intensa. El caso concreto de este mosaico destaca por la utilización predominante del negro. La arquería de peltas, las ruedas de peltas y los filetes que las delimitan se han representado en negro, sólo las peltas de la arquería mantienen un espacio en blanco en su interior. 
El motivo de la entrada incluye la bicromía únicamente en el cuadrado tangente interior, en negro y rojo. 
Por su parte, los nudos de Salomón y las pequeñas flores cuatripétalas se representan en policromía. 
Los colores utilizados son rojo, marrón, amarillo, salmón y gris. No se emplean de forma regular sino que van cambiando de un nudo a otro y de una flor a otra. Las dimensiones de las ruedas de peltas son de 45 cm. (distancia máxima entre arcos de peltas opuestas), mientras que los nudos inscritos tienen un tamaño de 27 cm. Por su parte, la arquería alcanza una altura total de 43 cm. desde la base hasta la clave; la al tura 
de las columnas es de 25 cm. y el espacio del intercolumnio es de 32 cm. Finalmente, el cuadrado de la entrada mide 58 cm. de lado. La rueda de peltas constituye un esquema ornamental muy común en los mosaicos romanos. Estas pueden representarse con cuadrados inscritos (Balmelle et al., 1985: 223), esvásticas (Becatti, 1961: 123, lám. XLVII) o florecillas en aspa (Balmelle et al., 1985: 223). La variedad que aquí encontramos, con nudo central, aparece ya definitivamente formada en época de Adriano (CORPUS VIII, 42-44). Puede presentarse como elemento aislado, normalmente circunscrita por un pequeño marco cuadrado, formando una orla en torno al pavimento o constituyendo el motivo principal del campo, diseñándose en esquema continuo. Como elemento aislado la podemos encontrar en Cabañas de la Sagra en Toledo (CORPUS V, 27,40 ss., láms. 24-25); en Mérida en un pavimento del s. IV (ÁLVAREZ, 1990: fig. 7); en la villa de los Cipreses en Jumilla (CORPUS IV, nº 85, 78, lám. 37), en un pavimento en el que las peltas, inscritas en un círculo, terminan en volutas al igual que en El Ruedo, y cuya cronología se establece en tomo a la mitad del s. IV. En Britania esta decoración es muy habitual y se documenta ya en el s. II en Boxmoor y Silchester (Smith, 1975: lám. CX 1 y 2); 
y en Gloucestershire (Johnson, 1982: 39, lám. 27) y Lincolnshire (Johnson, 1982:49, lám. 38) a comienzos y finales del s. IV respectivamente, siendo también muy frecuente durante el s. III. En Ostia lo encontramos en la Ínsula de la musa en torno al 130 d.C. También aparece en el norte de África, de donde a modo de ejemplo podemos citar un caso procedente de Tipasa (Duval, 1975: lám. XXXI 2) de la segunda mitad del s. IV o primera mitad del V. En lo que respecta a las ruedas de peltas en orlas o bandas, en España citaremos los casos de la Casa del Mitreo de Mérida (CORPUS I, 24,40, lám. 48), de finales del s. II; el de la calle Sagasta de la misma ciudad (CORPUS I, 10,32-33, lám. 21), fechable en el s. IV; el de la villa de Bobadilla (Rodríguez, 1988: 160-166), de la primera mitad del s. III; el procedente de la villa burgalesa de Baños de Valdearados (Argente, 1979: 65 y ss., fig. 20), de la primera mitad del s. V, y el de la villa del Camino Viejo de las Sepulturas en Balazote (CORPUS VIII, 32, 42-44, fig. 9), en una curiosa orla en la que las ruedas de peltas se alternan con sandalias y un recipiente, fechado en el s. IV. Ruedas de peltas terminadas en volutas, aunque en este caso con un cuadrado en el interior en lugar del habitual nudo de Salomón, las encontramos en un mosaico de Mérida de fines del s. IV o inicios del siguiente (CORPUS I, 13,33, lám. 24a). En Lyon se conserva un mosaico del s. III (Recueil II-1,112, lám. LXXIX), con las ruedas de peltas en doble línea. En Britania aparece en un mosaico de Roxby (Johnson, 1982: 48, lám. 37), rodeando todo un mosaico cuadrado, fechable en el tercer cuarto del s. IV. Este tipo de orlas se encuentra además en la villa de las termas imperiales de Tréveris (Hellenkemper, 1975: 335-336, fig. 1), fechado a mediados del s. III y formando también una orla continua. Un último modelo, al que pertenece el procedente 
de El Ruedo, es aquél en el que todo el campo o una parte considerable de éste aparece cubierto de numerosas ruedas de peltas. En la Península disponemos del mosaico de la loba y los gemelos de Villacarrillo (CORPUS III, 52, 72, lám. 60), actualmente perdido, en el que el esquema de ruedas de peltas sirve de complemento a un canevás típico de esquema a compás, cuya cronología se establece en el s. II. También en Mérida contamos con un ejemplo de este tipo, en la Casa del Mitreo (CORPUS I, 34,43, lám. 67a), del s. III. Otro mosaico con ruedas de peltas en el campo es el de la villa del Cortijo Auta de Riogordo (Arcos, 1988: lám. 9-10). En Pisóes (Vargas, 1983-1985: 123, fig. 6) se repite en una composición similar a la de Villacarrillo fechada en la primera mitad del s. IV. 
En Ostia aparece con cierta frecuencia: en la ínsula de Dionisos (Becatti, 1961: 196-197, lám. XLVIIl), en un pavimento de finales del s. II; en la domus de la Gorgona (Becatti, 1961: 25, lám. XLVIII), en otro de finales del s. III o  primera mitad del IV; en otra casa ostiense (Becatti, 1961: 183, lám. XLVIII) lo encontramos con peltas con interior en blanco,deis. IV d.C., y en la domus de los dioscuros (Becatti, 1961: 123, lám. XL VII) sustituyendo el nudo central por una esvástica, en la segunda mitad del s. IV. En la Galia lo podemos encontrar en Medernach (Recueil, 1-2, nº 184,42, lám. XX) de la segunda mitad del s. II o principios del s. III, y en otro de la segunda mitad del s. II o inicios del s. III. En lo que a las arquerías respecta, son un motivo muy utilizado para confeccionar bandas periféricas y, sobre todo, orlas que rodean y circunscriben el campo decorativo. Este tema, de origen itálico, aparece ya en el s. I a.C., en la vía Ardeatina fechado en época silana (Nogara, 1910: 8, lám. XVI). Existe una amplia variedad estilística de esta decoración. En algunos mosaicos, como en el procedente de Fishbourne
(Johnson, 1982: 14, lám. 4) fechado en 75-80 d.C., aparece como elemento secundario de una orla con murallas, 
constituyendo las portadas de las mismas. En otros, se representa de forma simplista y geométrica, como en los de La Quintanilla, Lorca (CORPUS IV, 53, 61, fig. 20), y Bavay (Recueil, 1-1, nº 113, 76, lám. XL), de los siglos IV y II d.C. respectivamente, en ambos con los arcos intercalados con tímpanos. En otro mosaico, en este caso de inicios del s. III, procedente del Mitreo de las Siete Puertas de Ostia (Becatti, 1961: 378,198-199, lám. XVII) se representa un arco grande central sobre dos pilastras con capiteles, flanqueado por tres arcos más pequeños a cada lado. El modelo más habitual es el constituido por una arquería continua realizada mediante un filete monocromo, con columnas diseñadas del mismo modo en las que también se representa capitel y basa. 
A este modelo corresponden los mosaicos de Ansa (Recueil, II-2, nº 175, 30 ss., lám. V-IX), con proas de naves en el interior de los arcos y fechable en época de los severos; Rielves, Toledo (CORPUS V, 61 y ss., fig. 40), con florecillas en aspa en el interior de los arcos, del s. IV; El Hinojal (CORPUS I, nº 63, 51-52, fig. 4), en Mérida, con crucecillas y esvásticas alternando sin regularidad en el interior de los arcos, también del s. IV y Los Cipreses (Jumilla, Murcia) (CORPUS IV, nº 84, 72, fig. 24), repitiendo la cronología del s. IV. Muy similar a los anteriores es un mosaico de Marios (CORPUS III, nº 42,62, lám. 51) fechado en el s. III, en el que al esquema ya descrito se le añaden tímpanos sobre pares de arcos. En el baptisterio de Grado (Mirabella, 1975: 203, lám. LXIX-2) lo encontramos compartiendo con el de Almedinilla la peculiaridad de presentar los arcos representados por peltas, diferenciado sólo porque sitúa una columna también en el apéndice. La utilización de orlas y bandas con arquerías corridas perdura hasta época tardía como demuestran un mosaico de Taran (Recueil, IV-1, nº 108, 112 ss., lám. XLIX) de finales del s. IV o s. V, el mosaico de Gafra (Dunbabin, 1978: 92, lám. XXX), posiblemente del s. VI, o el de la iglesia de Saint-Irénéé de Lyon (Recueil, II-1, nº 6. 124 y ss., lám. XCIV), con el tema ya muy evolucionado y fechado en el s. XII.
Epigrafía: No.
Cronología: La mayor parte del repertorio musivo de El Ruedo se incluye en la última gran fase constructiva de la villa, 
fechable en el s. IV. A ella pertenecen todos los pavimentos completos y gran parte de los fragmentados.
Clasificación Iconclass: 48A981 ornament ~ geometric motifs
Tesauro AAT: 
Antiguo tardío. IDENTIFICADOR EN GETTY: 300020666 TIPO DE ELEMENTO: Concepto CÓDIGO JERÁRQUICO: 
-- Estilos y Periodos (F.FL) 
Forma geométrica. IDENTIFICADOR EN GETTY: 300263819 TIPO DE ELEMENTO: Término Guía CÓDIGO JERÁRQUICO: 
-- Atributos y Propiedades (D.DC)
Tesauro TAA: 
Antiguo tardío. IDENTIFICADOR EN TAA: 6384 
Forma geométrica. IDENTIFICADOR EN TAA: 8597
Observaciones: Se ha documentado un total de 13 mosaicos de los que cuatro están completos. 
Del resto, algunos se han recuperado casi en su totalidad, mientras que de otros sólo conservamos débiles vestigios. Los mosaicos completos corresponden a las estancias LIX, LXI, XXXVII y VIII; por su parte, los incompletos se sitúan en las estancias XVII, IX, XI, XIX, XXXII y XXXIII. El pavimento de las estancias LVII, LVIII y LX no es musivo como en las hasta ahora citadas, sino que está formado por una capa de cal.
Tema: Geometría
Iconos:
ángulo 
apéndice 
arcada 
arco
aspa 
banda 
basa 
capitel
columna 
cuadrado 
cuadrado tangente 
figura geométrica
filete 
filete 
denticulado 
filete doble 
filete triple
flor 
flor cuatripétala 
franja 
nudo de Salomón
orla 
pelta 
pelta contigua 
rectángulo
rueda de pelta 
triángulo 
voluta

Bibliografía:
Hidalgo Prieto, R. (1991) “Mosaicos con decoración geométrica y vegetal de la Villa romana de El Ruedo (Almedinilla, Córdoba)”, AAC2, pp. 325-362.